miércoles, 24 de agosto de 2011

Aunque te caigas mil y una veces, la gracia de caerte es el aprender a levantarte y a seguir después de ello. Después de un gran amor, un gran amor fallido, ¿cómo seguir? ¿de dónde sacar la confianza para volver a querer?. El tener miedo de cometer los mismos errores es inmenso, el miedo de volver a lastimarse, el miedo de volver a entregar tu corazón y que te lo rompan como ya ha pasado anteriormente, pero... ¿cuál es sino la gracia de querer? ¿cuál es la gracia de dejarte llevar, de enamorarte? es el entregar tu corazón sin saber que va a pasar, dejando todo en manos del destino; es el establecer una relación especial con alguien, alguien que te quiere y te respete, alguien con el que sientas que estás a salvo; es brindarle todo de ti a una persona que te demuestre comprensión, diversión y momentos infinitos. Nunca hay que cerrarle las puertas a un nuevo amor y mucho menos por miedo a lastimarse, porque tal vez ese nuevo amor puede brindarte todo lo que el otro amor no te brindó, puede devolverte las ganas de sonreir, puede hacerte feliz. Abrí tu mente, tu corazón y tus brazos

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